Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Habacuc 2:2.

 

Al terminar un año debemos hacer un balance de lo que perdimos, logramos, intentamos, fracasamos o tuvimos éxito. Al pasar raya tenemos lo que no da resultado, lo que tengo que comenzar a hacer, lo que no debo hacer, lo que fue satisfactorio y me trajo crecimiento. Si no tienes esta práctica incorporada te recomiendo que lo puedas implementar, esto te ayudará a no perder de vista las prioridades y metas. Cuando en el correr del año los problemas y dificultades nublen tu realidad, tener escrita tu visión te enfocará para que no pierdas la brújula. 

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Dios le habló al profeta Habacuc ordenándole que escribiera la visión para que los que la vieran, corran y no se detengan. 

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¿Eres de los que ante el mínimo obstáculo se detienen? Escribir tu proyecto para este año te ayudará a no abandonar la carrera a medio camino.

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Cuando no planificamos el camino, no llegaremos a ningún lado. 

Pequeños cambios dirigidos hacia una meta resultarán en 365 días de pequeños pasos que te moverán del lugar donde hoy estés.

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Toma tiempo para buscar la presencia de Dios y que en Él puedas encontrar la dirección para planificar de una forma correcta y sin perder el llamado que el ha puesto en ti.

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Debes tener en cuenta a la hora de planificar:

 - ¿Qué quiero lograr?

 - ¿Cuáles son mis fortalezas?

 - ¿Cuáles son mis miedos? 

 - ¿Cuál es mi fuente de inspiración?

 - ¿Cómo puedo hacer mi día más productivo?

 

Escribir lo que anhelas en Dios te ayudará, ora al respecto y pregúntale al Señor: ¿Qué quieres de mi este año?

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Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrán éxito.

Proverbios 16:3

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¡Iglesia Salvemos la Familia te desea un próspero 2025!