top of page
oscar-ivan-esquivel-arteaga-T8XkpmXGCcA-

Palabra
semanal

¿Creyentes influenciados o influyentes?

Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos. (Jeremías 15:19)

 

Muchas veces como cristianos somos más permeables a las actitudes o costumbres que nos rodean, influencias que no siempre se corresponden con el consejo de la Biblia, cuando lo cierto es que deberíamos ser nosotros quienes influencian en medio de la sociedad, reflejando a Cristo en el diario vivir. 

 

Los ambientes de hostilidad, de agresividad, de pecado, no deberían influenciarnos como creyentes, si éstos influyen en nosotros, queda en evidencia que algo no está funcionando bien dentro de nuestro corazón. El texto profético nos indica claramente que nosotros debemos ser de influencia a los demás.

“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras” (Mateo 5:16)

 

Los creyentes que han venido desde el interior de Uruguay a la ciudad de Maldonado, se han visto influenciados, muchas veces, por el clima hostil, carnal y anti-Dios de esta ciudad. Lastimosamente se han dejado arrastrar por la majada, por lo que todos están acostumbrados a hacer. 

 

¿Cómo no ser influenciados y ser influencia?

 

Para responder a ésta pregunta, nos gustaría compartirte tres consejos bíblicos claves:

 

1) Hacer las cosas de todo corazón como para Dios

 Hizo él lo recto ante los ojos de Jehová, aunque no de perfecto corazón.

(2 Crónicas 25:2)

 

Este pasaje bíblico hace referencia al rey Amasías, el cual obedeció a Dios, pero no de todo corazón, lo hizo a favor de la opinión de los demás, para quedar bien con el pueblo. Y, por consecuencia, se alejó del Dios verdadero para seguir a dioses falsos.

Así cobran sentido las palabras del Señor en el libro del profeta Jeremías cuando dijo: Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9)

 

“Dame hijo mío tu corazón” y “convertíos a mí con todo vuestro corazón” este es el deseo de Dios para con nosotros. Cada día debemos entregar nuestro corazón a Dios y no dejarnos llevar por la opinión de los demás.

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.” (Colosenses 3:23)

 

2) Debo perseverar

 

Es una bendición y de gran inspiración ver a hermanos en la fe que pese a que han sufrido, que han perdido bienes, familiares, cosas preciadas, han atravesado pruebas, pobreza, hambre, y aún pasado el tiempo no han abandonado la fe.

Nuestra perseverancia inspira a los demás, que aún en ambientes de hostilidad, de pecado, de dolor, no abandonamos, y permanecemos fieles sirviendo a nuestro Rey y Señor.

 

3) Debo tener convicciones.

Mas sea vuestro hablar: Sí, sí, o No, no, porque lo que es más de esto, del mal procede. (Mateo 5:37)

 

En tiempos donde la palabra carece de validez y compromiso, haciendo eco al dicho popular “las palabras se las lleva el viento”, el creyente debe mantenerse firme y consistente en el hablar, con plena seguridad en la verdad de Dios, y sin cambiar las convicciones aunque a los que nos rodean no les agrade.

 

Has llegado al final de la lectura, esperamos que estas palabras hayan sido de bendición para ti, nuestra oración es que Dios nos dé la gracia para influenciar a otros con nuestra buena manera de vivir.

Que Dios te bendiga. Pastor Javier Nores.

 

Fecha de publicación: 7 de mayo de 2023

bottom of page