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Simplemente atento

  • Writer: Javier Nores Herling
    Javier Nores Herling
  • Apr 2
  • 2 min read

Updated: Aug 4

Para escuchar la voz de Dios necesitamos estar atentos. Muchas veces el cansancio, el trabajo y las distracciones son impedimentos para escuchar Su voz. Y así, el ruido y el activismo se tornan enemigos de Su bendición. Por eso, estar atentos resulta una virtud espiritual fundamental para este tiempo.

Hay una escena relatada en el libro de Lucas 10:38-41 que describe la visita de Jesús a la casa de dos hermanas: María y Marta. Marta, preocupada por las tareas de hospitalidad estaba afanada por servir, mientras que María estaba sentada a los pies de Jesús escuchando sus palabras. Marta, al ver que María no la ayudaba se quejó con Jesús, a lo que él respondió: “sólo una [cosa] es necesaria. María ha escogido la mejor y nadie se la quitará” (10:42).

Siempre nuestro bienestar será equivalente a cuánto escuchamos la voz de Dios.  María supo elegir la mejor parte: que fue escuchar la voz de su Señor.


Siempre nuestro bienestar será equivalente a cuánto escuchamos la voz de Dios


Estar atento no sólo te predispone a oír la voz de Dios, sino que también te conecta con lo sobrenatural. Los discípulos de Jesús, Pedro y Juan, se dirigían al templo a orar cuando se encontraron un hombre paralítico de nacimiento que pedía limosnas a los que entraban. El libro de Hechos 3:4-6 lo relata de la siguiente forma:

“Ellos lo miraron fijamente, y Pedro le dijo: Míranos.  El hombre puso atención, creyendo que le iban a dar algo. Pero Pedro le dijo: —No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Dicho esto, Pedro lo tomó por la mano derecha y lo levantó, y en el acto cobraron fuerzas sus pies y sus tobillos.  El paralítico se puso en pie de un salto y comenzó a andar; luego entró con ellos en el templo, por su propio pie, brincando y alabando a Dios.”


Estar atento y fijar su mirada, fue lo que le permitió a aquel hombre conectar con su milagro. Él esperaba algo de los discípulos. Hay tantas cosas que procuran tu atención… ¿has identificado alguna de esas? Cuando esperamos algo de Dios, nuestra postura debe ser la de estar atentos, de eso se trata velar y orar. ¡Puede ser que Dios te responda la oración y no te des cuenta! Dios se mueve más rápido en responder que nosotros en obedecer.


Hay muchas historias en la Biblia que nos revelan la importancia de mantenernos atentos. Recordemos la historia de Zaqueo (Lucas 19:5), si él no hubiera estado atento aquel día que pasaba Jesús, no se hubiera encontrado con él y no hubieran alcanzado la salvación él y su familia. O la historia de Eliseo (2ª Reyes 2:8-13) quien sirvió a Elías durante 10 años y se mantuvo atento hasta recibir la doble porción de la bendición.


Recuerda, si anhelas algo más de Dios, te demandará el 100% de tu atención.

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